martes, 2 de diciembre de 2014

SOLAMENTE ES AGRADECIDO QUIEN SE EXPERIMENTA PEQUEÑO

(Lc 10,21-24)
 
Cuando alguien da gracias es porque siente en lo más profundo de su ser el favor del bien recibido. Dar gracias presupone sentirse necesitado, pequeño y agraciado por el bien recibido. Todo lo que somos y tenemos lo hemos recibido de Dios, por lo que nuestra vida debe ser en canto de alabanza y agradecimiento a su Amor y Misericordia.

Porque no merecemos nada, y hemos recibido todo y la promesa de nuestra salvación eterna si somos capaces de reconocernos agradecidos y vivenciar en nuestra vida alabanza y agradecimiento al Señor. Hoy Jesús da gracias al Padre, lleno de gozo del Espíritu Santo, por haber revelado estas cosas a los pequeños, porque solamente se es agradecido y se abre el corazón cuando se experimenta la pobreza y la pequeñez.

Te pedimos, Señor, nos des la Gracia de conocer al Padre. Ese Padre que Tú has venido a revelarnos y a decirnos que nos ama hasta la locura de entregar al Hijo encarnado, por la redención y salvación eterna de todos los hombres. 

Danos la fe del centurión y la humildad de reconocernos pequeños, lo que realmente somos, para poder escucharte y seguirte dándote alabanzas de gratitud. Amén.

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