martes, 14 de junio de 2011

NO MEREZCO SER LLAMADO TU HIJO (Mt 5, 43-48)

"Amad a vuestros enemigos"

Cuando después de haber derrochado todo lo que me ha sido dado gratuitamente, de creer que verdaderamente me correspondía y eran míos, incluso que me los merecía, me doy cuenta que todo me ha sido dado por amor y gratuitamente. 

Y cuando tomo conciencia de eso percibo humildemente mi pequeñez y que todo pertenece y es Gracia del PADRE. Es así como el hijo prodigo inicia su conversión y su regreso con la actitud de ser considerado, no ya hijo, sino siervo. Y todos sabemos lo que sigue después.

Si DIOS me ama de esa manera, cuando no merezco ser amado así, ¿cómo no voy yo intentar amar de esa manera a aquellos que incluso me odian y me hacen mal? Creo que en la parábola del hijo prodigo tenemos la explicación de esta Palabra que el SEÑOR nos dirige hoy a cada uno de nosotros.

Enciende en mí, SEÑOR, la luz que ilumine
mi vida para tomar las fuerzas de
perdonar como TÚ me 
perdonas. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.