jueves, 16 de noviembre de 2017

DENTRO DE TI, TU CONCIENCIA DESCUBRE EL REINO

Lc 17,20-25
Tú sabes cuando tu corazón está tranquilo y cuando ha actuado correctamente. Tú adivinas los buenos impulsos de tu corazón y experimentas su correcto proceder. Sin lugar a dudas, el Reino de Dios está dentro de ti. Nace dentro de ti cada día y a cada instante, aunque celebramos su nacimiento en una fecha determinada y que está cerca.

No cabe duda que esa pregunta, sobre la venida del Reino de Dios, está en nuestros labios. Desde siempre, el hombre se ha preguntado por el fin del mundo, y también ha hecho algunas predicciones. No han faltado aquellos que lo han predicho y, por supuesto, se han equivocado. Y son muchos los que cansados de esperar, como aquellas doncellas necias, han depuesto sus lámparas y las han dejado apagar.

Posiblemente, nosotros también hayamos hechos nuestros cálculos, y nos hemos imaginados que falta mucho hasta el horizonte de la duda y la desconfianza. Hoy, en el Evangelio, Jesús nos dice que: «El Reino de Dios viene sin dejarse sentir. Y no dirán: ‘Vedlo aquí o allá’, porque el Reino de Dios ya está entre vosotros».  

Vendrá sin avisar, como relámpago fulgurante -Lc 17, 24- nos aclara el Señor. Por lo tanto, no tratemos de buscar ni indagar, pues sera como un acontecimiento repentino y a la vez lleno de luz y de gloria. Será inútil saberlo porque no avisará. Lo verdaderamente importante es que el mismo Señor nos dice que el Reino de Dios está ya entre nosotros. Y es que lo experimentamos dentro de nosotros mismos cuando sentimos que  nuestro propio corazón aprueba la conducta de nuestra vida.

Sabemos, a nadie se le esconde, el resultado de nuestras actuaciones. Todos conocemos que hemos actuado bien o mal. Conocemos nuestras responsabilidades, a pesar de que la incumplimos. Conocemos nuestros egoísmos y, desde ese momento, sabemos el resultado de nuestro juicio, de lo que va a suponer nuestro juicio final. A nadie se le esconde. Por tanto, es ahora cuando se está realizando tu juicio. No esperes al final, porque como a las doncellas, si no estás preparado te sorprenderá la venida del Novio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.