viernes, 6 de octubre de 2017

RESPONSABILIDADES

Lc 10,13-16
Somos responsables de todo aquello que hemos recibido, responsables para ponerlo en función del bien y para todos los hombres. Sin embargo, sucede que en muchos lugares, a pesar de haber recibido muchos testimonios y obras, la cosecha es pobre o nula. De ahí deriva sus responsabilidades, porque habiendo recibido mucho han dado poco.

Igual ocurre en nuestros días. Muchos de nosotros hemos recibido con creces la Palabra de Dios, pero, de la misma forma que la hemos recibido, la hemos guardado. O quizás peor, la hemos olvidado. En muchos momentos nos desanimamos porque nuestra cosecha deja mucho que desear, o, porque habiéndole dado buen ejemplo no vemos resultado ninguno. Hoy podemos apreciar como también a Jesús le ocurrió eso en Corazín, Betsaida y Cafarnaúm.

Es un misterio la libertad humana. Realmente somos libres para incluso negarle una sonrisa a Dios y rechazarle. Somos libres para, incluso, abrazar nuestras pasiones y someternos a ellas. Somos libres, ¡qué contradicción!, para esclavizarnos y hacernos dependientes de nuestros propios vicios. Somos libres para negarnos la libertad y la vida eterna. En realidad es un gran misterio que seamos tan necios y ciegos y nos entreguemos al poder del demonio.

No cabe duda que a la hora del juicio, los que hemos recibido tanto tendremos también más responsabilidad. Será un juicio con más exigencia y rigor, porque mucho se nos ha dado y de eso tendremos que responder. No podemos conformarnos con responder de los galones de sargento cuando se nos ha dado conocimientos para ser y responder de la autoridad de capitán. Siempre es momento de conversión y de crecer en esa dirección.

Por eso, lo verdaderamente importante es ponernos en sus Manos. Es decir, estar disponible como tierra abonada por la oración, para que el Señor la fertilice y la haga dar una buena cosecha de buenos frutos.

2 comentarios:

  1. gracias hermano por esta publicación, no cabe duda que la palabra de Dios es una pedagoga exquisita, hoy me siento triste porque porque soy necio a la palenque que se me ha regalado porque yo la he guardado para mi, y lo peor del caso me he abandonado a mi propio egoísmo, pido a ustedes oren por mi conversión

    ResponderEliminar
  2. La Iglesia, que somos todos, está en permanente oración pidiendo por nuestra perseverancia y conversión. Sería bueno conocer el nombre para de una forma concreta pedir por alguien concreto, valga la redundancia.
    Un fuerte abrazo en Xo. Jesús.

    ResponderEliminar

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.