viernes, 22 de julio de 2016

JESÚS VIVE

(Jn 20,1-2.11-18)

Quizás esa sea la idea que no alimentamos no potenciamos lo suficiente: ¡¡Jesús Vive!! Y si Vive está entre nosotros. Porque, después de su encarnación no se ha ido y Vive entre nosotros. Cada vez que dos o más se reunen en su Nombre, Él, se hace presente en medio de nosotros. ¡¡Jesús Vive!!

Es la gran Noticia, la buena Noticia, porque por su Vida nosotros vivimos también. Jesús Resucita cada vez que tú tratas de buscarlo y de provocar un encuentro con Él. Quizás, como María Magdalena, lo tienes a tu espaldas, pero no lo adviertes porque tu corazón no lo busca. Jesús se aparece a sus amigos, a aquellos que creen en Él, le buscan, y a todos los que le esperan. 

Diría que nos pide permiso, nos ha hecho libre, para actuar por el Espíritu Santo en nuestros corazones. Necesita, pues, nuestro permiso. Es el Señor Resucitado, Glorioso y Triunfante que nos abre sus brazos y nos trae la Salvación, liberándonos de nuestros pecados.

Jesús Resucita para volver al Padre. Desde ahora no estará con nosotros como ante bajo la naturaleza humana. Nos acompañará un tiempo, cincuenta días, con frecuentes apariciones hasta que regresará al Padre. Llegará entonces la hora del Espíritu Santo, que se encargará de acompañarnos y asistirnos para irnos revelando, iluminando y enseñando todo lo que nos falta que saber y aprender.

¿Hemos descubierto al Señor? ¿Lo buscamos en nuestra vida y a nuestro derredor como hizo María Magdalena? ¿Estamos atentos a su Persona y a su Presencia? Son preguntas que nos hacemos y que esperan nuestras respuestas. Confiados en la acción del Espíritu Santo tratemos de responderlas, por el camino, con nuestras vidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.