lunes, 24 de agosto de 2015

UN CORAZÓN DE BUENAS INTENCIONES

Juan 1, 45-51


El delito necesita conocimiento y voluntariedad, de tal modo que cometido sin intención o voluntad no se es culpable de las consecuencias, salvo que sea por imprudencia temeraria con lo cual podría asumir cierta responsabilidad. No cabe duda que un corazón de buenas intenciones no quiere cometer ningún delito.

Ni tampoco pecado. Es el caso de Natanael. Le parecía a él que de Nazaret no puede salir nada importante ni bueno. ¿Una aldea pequeña y sin relevancia va a dar origen al Mesías esperado? Era lógico pensar de esa manera, pero por sentido común, no por y con malas intenciones.

Luego, frente a Jesús y ante el signo de la videncia de Jesús, de conocerlo y haberlo visto, Natanael se rinde a sus pies reconociendo su Divinidad y Mesianidad: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.»

Hoy, ahora, en este mismo momento, nos preguntamos nosotros también: Ante los signos que Jesús nos presenta con su Palabra, a través de su Iglesia y en la experiencia de nuestra vida, ¿estamos nosotros también convencidos de su Divinidad y Mesianidad? Y si es así, ¿estamos comprometidos a vivir de acuerdo con su Palabra y su Verdad?

No cabe duda, y a la vista está, que Natanael hablaba por lo que había oído y por las simples apariencias, pero no por convencimiento propio. Tal fue así que quedó impactado enseguida por las Palabras de Jesús y, sin resistencia, quedó rendido a los pies de Jesús y entregado a su Palabra y servicio. ¿Nos ocurre a nosotros lo mismo? ¿Estamos prestos a reaccionar a su Palabra y a vivirla en los acontecimientos de nuestra vida?

Pidamos esa Gracia, porque no lo conseguiremos por nuestro propio esfuerzo, pero sí con la Gracia del Señor y por la acción del Espíritu Santo. En Él tendremos la sabiduría y la fuerza para aceptarla y para vivirla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.