sábado, 24 de enero de 2015

LOCOS COMO JESÚS

(Mc 3,20-21)

Cuando no entendemos a alguien, lo inmediato es pensar que está equivocado o desequilibrado. Siempre nuestras ideas prevalecen a los otros, y nos cuesta entender, asumir o vivir las que nos transmiten los demás. A Jesús le sucedió lo mismo. Su Mensaje es tan novedoso, tan contrario al pensamiento humano y contra corriente que sorprendía.

Y lo sorprendente cuesta asimilarlo y más asumirlo. Eso te lleva a justificar cierta locura en Jesús para sostener tu falta de compromiso y pasividad. Ocurre que cuando no estamos disponible o en actitud de entrega, distorsionamos la realidad y nos auto engañamos (traición) justificando nuestras actitudes ante la negativa de hacer lo que pensamos deberíamos haber hecho. 

Así nos ocurre con Jesús. Sus Palabras son rechazadas y puestas en entre dicho para justificar nuestra aversión a cambiar de rumbo y de vida. Nos cuesta salir de nuestra coraza, de desinstalarnos, de movernos de nuestra silla, de nuestro ambiente, de nuestros pensamientos e ideas. Realmente es duro, pero para buscar hay que empezar un nuevo camino y levantarte de tu sillón.

La pregunta queda en el aíre: ¿Estamos dispuestos a desinstalarnos y hacer el esfuerzo para darnos, cómo hizo Jesús? ¿O por el contrario nos conformamos con reducir nuestra vida a unos rosarios, Eucaristías y algunos actos de piedad?

Danos, Señor, la sabiduría y la fuerza necesaria para no pararnos y seguir caminando tras de Ti con la intención de crecer en tu Verdad de vida y palabra. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.