miércoles, 15 de octubre de 2014

CAMINANDO POR Y EN LA LUZ DE TU AMOR, SEÑOR.

(Mt 11,25-30)
 
Sin Ti, Señor, todo se hace oscuro y pierdo la orientación. Sin Ti, Señor, desaparece la vereda del único camino que ilumina y orienta mi vida. Sin Ti, Señor, mi vida pierde sentido y se hunde en la desesperación y la mentira. Sin Ti, Señor, sería imposible dar un paso y mirar con esperanza para dar el otro. Sin Ti, Señor, mi paciencia no resistiría las dificultades que me salen al paso de mi vida y circunstancias.

Sin Ti, Señor, no sabría a donde ir, que hacer y por donde caminar. Sin Ti, Señor, no entendería tantas cosas que abruman e interrogan mi vida. Sin Ti, Señor, me sería imposible soportar estas horas de espera a que mi ordenador responda. Sin Ti, Señor, no sabría soportar y aceptar incomprensiones y actitudes que me sacuden y molestan. Sin Ti, Señor, como santa Teresa, no tendría deseos de vivir en actitud de perfección y de servicio, para corresponder a tu Amor y servirte amando a los hermanos.

Sin Ti, Señor, no sabría dar gracias, ser agradecido y abajarme hasta la humildad de experimentarme niño, necesitado y pequeño. Sin Ti, Señor, no sabría superarme ni aceptarme. ¿Dónde ir, Señor, sin Ti?

Gracias Padre por revelar estas cosas a los pequeños, sencillos y humildes, porque sólo en la necesidad podemos encontrarte y descubrirte, y esa sólo aparece cuando nos llenamos de pobreza, humildad y sencillez. Pero, sobre todo, Padre, gracias por darnos el apoyo de tu Verdadero y Único Hijo, Jesús, donde nos apoyamos, descansamos y refugiamos y alimentamos nuestras fuerzas y voluntades para continuar el camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.