jueves, 21 de agosto de 2014

¿CÓMO Y DÓNDE TENGO MI TRAJE DE BODA?

(Mt 22,1-14)

Debo estar preparado porque la invitación llega muchas veces de improviso y sin esperar. Y luego el tiempo apremia y quizás no tengas el suficiente para proveerte y estar preparado. Pero, también debo de estar atento a la invitación, porque de no estarlo igual paso de ella y me muestro indiferente a la misma.

Ocurre que todo depende de la importancia que le demos a la invitación, porque muchos la despreciamos y no le damos ninguna importancia. Es más, priorizamos nuestros asuntos, negocios o intereses antes que gastar tiempo en ese banquete de boda. Sé de personas que incluso, asistiendo al banquete Eucarístico, lo abandonan en el momento del banquete. Algo que no se comprende sino desde la ignorancia de conocer el fundamento y la verdad del mismo.

Sólo desde la importancia que demos al verdadero valor de la invitación pondremos todo lo de nuestra parte para estar prestos a la invitación y preparado el traje adecuado con la fiesta a la que somos invitados. No cabe duda que será una fiesta única y la más importante de nuestra vida, pues de ella se desprende el gozo y la felicidad eterna.

Abramos nuestros oídos y nuestros corazónes para acudir preparados al Banquete de boda más importante de nuestra vida, y no dejemos que nuestra preparación esté acompañada por el Verdadero Maestro que nos acompaña y nos asiste en nuestro camino, el Espíritu Santo. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.