jueves, 17 de julio de 2014

LOS PROBLEMAS NOS SEPARAN

Mt 11, 28-30

Cuando te acercas a alguien con problemas, lo inmediato es alejarte, porque los problemas no nos gustan. Incluso, cuando intuimos que visitar a alguien nos va a ocasionar problemas, evitamos hacer esa visita. Sorprende, desde esta reflexión, que Jesús hace todo lo contrario. Llama a todos aquellos, como nosotros, que tenemos problemas a descansar en Él.

"Venid a Mí todos los que estáis cansados y agobiados, y Yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprender de Mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera" (Mt 11, 28-30).

Confieso que muchas veces no entiendo bien este descanso, pero también confieso que sólo en Jesús se puede encontrar la paz, el gozo y la serenidad. Y experimento que en la medida que deje entrar en mi corazón la mansedumbre y la humildad, todo mi ser empieza a respirar aires de paz y de sosiego. Y también experimento que sólo Jesús me da razones para, en Él, llenarme de paz y de amor. Nada tiene sentido fuera de Él, y todo lo cobra cuando el centro de tu vida está puesto en Él.

Sí, Señor, yo quiero ir a Ti y descansar todos mis anhelos, mis deseos, mis inquietudes, mis problemas, mis fracasos, mis aspiraciones, mis pecados y mis agobios en Ti. Porque sólo Tú me das paz y amor. Amén.

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