domingo, 13 de abril de 2014

ACLAMACIONES Y RECHAZOS


(Mt 26,14—27,66)


Entre la algarabía de la entrada a Jerusalén, vitoreado y aclamado como Rey, a las acusaciones, rechazos y desprecio condenándolo a una muerte de Cruz, Jesús se encuentra ante los hombres que no ven más allá de lo que tienen enfrente. Es también la paradoja de la vida, el amor y el odio, porque no se ama gratuitamente sino compensadamente, y cuando no hay prestaciones se da la espalda.

Jesús que lo ha dado todo, y está dispuesto a dar su vida, encuentra momentos de júbilo seguidos de momentos de cruz. Es el rechazo a la verdad que descubre nuestro egoísmo y nos interpela a dar un giro total a nuestro camino de soberbia, de vanidad, de individualismo, de pasiones, de poder, de riqueza...etc.

Un domingo de Ramos tocado por la apariencia de la aceptación, pero escondido en el pecado soberbio del desamor. Un domingo de Ramos donde se confunde el amor con el poder, la venganza y la victoria del más fuerte. Un domingo de Ramos donde no se entiende que la libertad se esconde en la propuesta amorosa de la concordia, la fraternidad y la paz.

Un domingo de Ramos donde el Amor es la propuesta que esconde el Tesoro que todos buscamos: la felicidad eterna.

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