martes, 11 de febrero de 2014

¡TRADICIONES!

 (Mc 7,1-13)

Las tradiciones esclavizan a los hombres porque no se guardan lo fundamental sino costumbres y leyes hechas por los hombres que buscan sus propios intereses. Hoy la tradición somete a los pueblos y los paraliza. No es que lo antiguo se desvalore, pero la vida sigue y de ella sólo una cosa es importante: Dios y su locura de Amor por el hombre.

Hay, utilizando la cultura, pueblos que se derrumban porque sus edificios antiguos están viejos y, en base a la cultura y la tradición, no dejan tocarlo. No se puede conservar, menos si no hay dinero, edificios sin una gran relevancia. Sólo por una fachada o una puerta ya se cataloga su interés artístico. Se para entonces su posible edificación y se convierte en ruina. Supongo que lo importante es el bien común y no anteponer la cultura al bien del hombre.


Se hace necesario buscar formulas que, guardando tu propia historia, puedas evolucionar y desarrollar nuevos caminos que den vida y actividad a los pueblos, más hoy con todos los medios informáticos de que disponemos. De la misma forma, muchos nos anclamos en las costumbres y tradiciones y nos cerramos a transformar nuestros corazones. No es importante, sin dejar por eso de menospreciarlo, todo lo que establecieron nuestros mayores. Lo único importante y que debemos conservar y agrandar son nuestras actitudes de amor y servició según la Voluntad de Dios.

No porque la ciudad esté bonita, bien conservada y culturalmente tenga bastante interés sea todo mejo
r, pues lo verdaderamente importante es que esa ciudad viva en el amor, se note la fraternidad y solidaridad entre sus habitantes y sea una ciudad donde aflore la justicia, la libertad y la paz.

No es lo que reluce y da brillo lo importante, porque si no hay vida interior ese brillo se apaga y la herrumbre lo oxida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.