viernes, 24 de mayo de 2013

LA RUTINA MATA EL AMOR

(Mc 10,1-12)


Sin lugar a duda que cuando hay discusiones, dificultades, falta de medios económicos o trabajo, enfermedades...etc., el matrimonio se resiente y la unidad se resquebraja porque todos estos obstáculos influyen en la buena marcha y la unidad del matrimonio. Pero lo verdaderamente importante y la causa principal de todas las causas es "la rutina".

Cuando el matrimonio no tiene nada que decirse, cuando no son capaces de mirarse a la cara e incluso no se dirigen la palabra todos los días, la rutina ha entrado en el matrimonio y lo amenaza de muerte. No es cuestión de leyes ni de contratos, es un proyecto de unidad y de plenitud de vida que está por encima de toda dificultad y su fuerza es el amor.

No se han hecho las cosas bien desde el principio, ni se harán nunca con otras uniones. No es el laxo de unidad, el amor, sino otros intereses, y cuando eso ocurre siempre existirá el riesgo de ruptura. El amor siempre permanecerá unido sin posibilidad de desunión. Se justificarán mil y una causas, pero todo será autoengaños y mentiras que quieren justificarse.

No se trata de acomodar nuestra vida a unas leyes civiles o religiosas, sino a una vivencia en la verdad y el amor que viene de Dios y que nos une en Verdad y Vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.