sábado, 9 de marzo de 2013

EL PUBLICANO Y EL FARISEO

(Lc 18,9-14)


En las parábolas Jesús nos enseña a vivir y a descubrir que lo importante es dejar que nuestro corazón madure y ame. Sacar todo el amor que sea posible y dejarnos transformar por el Amor de Dios. Por eso, la humildad y la necesidad de ser transformados son la esencia de la vida que nos ayudará a amar y ser amados.

Esta historia podría haber sido así, o algo parecido. Lo importante es la sustancia del mensaje, y de la Palabra de Jesús, que nos dice cómo debemos actuar en la vida, y descubrir que cuando se es humilde las cosas se ven mejor. Nos vendrá muy bien escuchar detenidamente esta parábola. Pongamos nuestro corazón en silencio y a la escucha. Luego reflexionemos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.