Marcos 6, 53-56 |
Ocurre con mucha frecuencia encontrar personas que son fieles a las normativas. La frase: "Era una persona muy cumplidora" refleja muy bien lo que quiero expresar. Sin embargo, confundimos el cumplimiento con la bondad, y en mi humilde opinión son dos cosas muy diferentes.
Se puede ser muy cumplidor, que no es malo, y no tener la bondad suficiente para comprender y perdonar. O se muy cumplidor con muchas normas y faltar a la justicia en otras. Nuestras conductas están llenas de actitudes que cumplen y no cumplen. Cumplimos aquellos que nos interesa, nos da prestigio y vanagloria delante de los demás, y escondemos muchas otras cosas que claman justicia y verdad.
Hoy, Jesús, nos advierte de esos peligros. Nos aferramos a las normas y leyes de los hombres, leyes humanas apoyadas en el error y el egoísmos, y desobedecemos la Ley de Dios, la Ley que mira al corazón del hombre porque ama al hombre y lo pone en el centro de todo el mundo. Cuando nuestras leyes salen del corazón y miran a Dios, nuestras leyes salvan, protegen y defienden al hombre, construyendo un mundo más fraterno, justo y en paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.
Tu comentario se hace importante y necesario.