sábado, 26 de enero de 2013

LA FE, COSA DE LOCOS

(Mc 3,20-21): En aquel tiempo, Jesús volvió a casa y se aglomeró otra vez la muchedumbre de modo que no podían comer. Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de Él, pues decían: «Está fuera de sí».


Sí, dos mil trece años después se sigue creyendo lo mismo por la mayoría. Hubo una Estrella que anunció el acontecimiento más grande que iba a producirse en la historia del mundo. Se anunció y se produjo, y sigue hoy todavía produciéndose ese acontecimiento en el corazón de cada hombre, pero son muy pocos los que descubren a esa Estrella, y menos aún los que la siguen.

En el momento histórico del hecho en sí, sólo tres Magos de oriente se decidieron a seguirla. ¿Qué ocurre hoy? ¿Somos muchos más los que la seguimos? Incluso yo tengo que preguntarme si realmente la sigo, o sigo una determinada estrella que yo mismo me he creado. Sí, es una pregunta que debemos hacernos todos cada día.

¿La estrella que he seguido en mi vida es aquella Estrella que alumbró en Belén y que sigue alumbrando hoy a todos los hombres que se dejan alumbrar? ¿O por el contrario es una estrella que persigue mis propios fines, metas y egoísmos a pesar de creerme que sigo al Señor? ¿Cómo puedo desengañarme de eso?

Sólo se me ocurre ponerme en tus Manos, Dios mío, y dejar que seas Tú quien verdaderamente me alumbre el camino juntos a mis hermanos. Para ello te suplico me llenes de paciencia, humildad y esperanza en la medida que me esfuerzo en caminar con mis hermanos.

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