viernes, 28 de diciembre de 2012

EL ÑINO NACE TAMBIEN EN NUESTRO CAMINO

Evangelio del 28 de diciembre de 2011: Mt 2, 13-18


No sabemos cuándo, pero si sabemos que en cualquier momento somos interpelados a levantarnos y emprender un nuevo camino, un camino de salvación. Quizás sea esa la llamada que hoy nos quiere comunicar el Evangelio de hoy: "Oyes, levántate y camina porque muchos necesitan de tu ayuda".

Así ocurrió hace 2012 años. José fue avisado en sueño para que levantara vuelo y emigrará con María y el Niño a tierras de Egipto salvándolo de una muerte segura. En su lugar murieron muchos niños inocentes que no han dejado de morir todavía por la misma causa. "La furia y el egoísmos del hombre".

En aquel entonces fue el rey Herodes, y hoy son todos aquell@s que llevados por su egoísmo impiden que muchos niños inocentes vean la luz del sol. No oyen ninguna llamada sino que ensordecidos por las tinieblas y envueltos en la oscuridad permanecen anclados en su propio interior, encerrados en un corazón de piedra que mata y asesina a todos aquellos que le incomodan y le impiden hacer su voluntad y apetencias.

Hoy mueren muchos niños porque no se escucha la voz al Ángel del Señor que les invita a levantarse y a salir de sus propios egoísmos huyendo del mal que esconden en su corazón de piedra y transformarse en un corazón de carne empapado de solidaridad, justicia, paz y amor.

Hagamos una serena, silenciosa e interior reflexión que nos ayude a comprender y a ponernos en movimiento como José para levantar nuestro corazón y poner a salvo a millones de niños inocentes que mueren dentro del seno de sus madres. Amén. 

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