lunes, 24 de septiembre de 2012

LA LUZ ILUMINA LA OSCURIDAD...

 Evangelio según Lucas 8,16-18
porque nada se puede esconder a la luz. No es el lugar natural poner lo que alumbra debajo de una mesa, porque su función fundamental quedará anulada. La luz si no alumbra dejará de ser luz y se volverá oscuridad. Y eso es sinónimo de muerte.

La luz ha sido puesta para marcar el camino, para señalar la senda, para despejar el camino de sus dificultades y tropiezos. Quien deja pasar su propia luz, la recibida de su Padre Dios, alumbrará a otros que no la hayan encendido o la tenga oculta y desperdiciada.

Y esa luz entregada, derramada y ofrecida dará frutos, así que quienes la tengan y la pongan al servicio de los que no ven, recibirán más hasta el punto que teniendo recibirán más. Sin embargo, aquellos que no dejen escapar la luz que les ha sido dada terminarán por quedarse en la oscuridad. De modo que, a medida que cada vez tienen menos, terminarán por quedarse en plena oscuridad.

Danos, Señor, la sabiduría de no ser opacos y de reflejar la luz de tu amor en los demás, de modo que todos aquellos que se nos acerquen vean tu Luz que nos llena y nos ilumina. Amén.


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