- Evangelio según San Mateo 13,10-17. Los discípulos se acercaron y le ...
|
porque busco la dicha, y Tú lo has prometido a aquellos ojos que ven y oídos que oyen. Y yo quiero estar entre ellos. Pero si no abro mi corazón tampoco mis ojos y mis oídos se abrirán.
Veré y oiré en la medida que mis ojos estén dispuestos y disponibles para abrirse a tu Palabra, y mi corazón se haga eco de tu llamada. Veré y oiré en la medida que tus Palabras se hagan vida en mi vida, y sean norte de mis pasos, hasta el punto de ser dichoso por ver y oír tus enseñanzas.
Pero más porque Tú, Señor, me regalas el don de poder entender, de poder al menos intentarlo, porque no me atrevo a testificar que lo vivo, de tratar hacer vida lo que Tú me proclamas y me enseñas.
Sé que por mí solo no podré alcanzar entender el Misterio de tu Palabra, pero también sé que Tú tienes el poder de dárselo a quien quieras. Por eso te doy las gracias y mi dicha se hace realidad.
Quiero, Señor, dejarme agarrar por tu Palabra, y abandonarme a su fuerza y vida. Quiero, pues, volver a nacer según tu Espíritu y dejarme empapar y conducir por Él. Sólo así empezaré a nacer de nuevo y estar en disposición de ver, oír y entender tu Palabra. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.
Tu comentario se hace importante y necesario.