domingo, 6 de mayo de 2012

INJERTADOS EN CRISTO

Juan 15, 1- 8.

Porque los sarmientos si no están injertados en la vid no podrán dar frutos. Por eso, el Padre, el único Viñador corta todo aquello que contamina e impide que los sarmientos den frutos.

¿Y qué es lo que corta mi Padre o impide que den frutos? Pues todo aquello que corta la Gracia que nos llega de Él. El Padre, el Viñador, sabe de las enfermedades que sufren sus sarmientos, son atacados por muchos insectos y plagas que los limitan, que los hacen improductivos, que los deterioran y destruyen. 

Por eso, poda sus sarmientos, y se cuida de que su acción, sus cuidados, sus mimos les lleguen y les ayuden para dar buenos y hermosos frutos. La Gracia del Padre, injertada en nosotros por su Hijo Jesús, la Verdadera Viña, nos limpia de todo aquello que obstaculiza que demos los frutos apetecidos y para lo que hemos sido injertado.

Porque esa es la Gloria del Padre, que demos muchos frutos y seamos sus discípulos. Amén.

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