lunes, 2 de abril de 2012

OBSERVABAN QUE MUCHOS JUDIOS SE LES IBAN Y CREÍAN EN JESÚS

Jn 12,1-11. Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, ...

Sólo les preocupaba mantener el poder y tener al pueblo sometido y bajo su autoridad. Pero observaban que no era así, Jesús los atraía y, al menos por sus obras, muchos creían en Él. El testimonio de la presencia de Lázaro era un factor que también atraía a todos los curiosos y duros de corazón. Querían ver al Lázaro muerto y vuelto a la vida por Jesús. No resistían la tentación de verlo delante de sus ojos.

Y todo eso molestaba y, más aún, preocupaba a los sumos sacerdotes porque veían que su poder tenía los días contado. De no mediar para acabar con Jesús, y también con Lázaro, testigo del poder de Jesús sobre la vida y la muerte, sus poderes tenían los días contado. No podía ser de otra forma, decidieron acabar con Jesús.

Por otro lado, la desconfianza y las tentaciones hacían presencia en el grupo de Jesús. Judas estaba tentado y dudaba de Jesús. El poder del amor no le convencía y su ilusión de un Mesías triunfador, poderoso y fuerte le estaba alejando del verdadero Jesús. Su corazón, apegado al dinero, con el que se sentía más poderoso y fuerte, le traicionaba provocándole la critica de echárselo en cara a los amigos de Jesús por invertirlo en Él.

La hora estaba cerca, y la confianza en Jesús necesitaba mucho la Gracia del Espíritu para mantenerse firmes y no titubear. Por eso, en este inicio del camino hacia la Pascua, pidamos al Espíritu Santo que nos fortalezca, no inunde de luz, de sabiduría y de paz para que el pulso no nos tiemble y alcancemos la cima del Golgota junto a la Cruz de Jesús. Amén.

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