martes, 10 de abril de 2012

ES CUESTIÓN DE CONFIANZA

Juan 20,11-18. Estaba María junto al sepulcro fuera...

Y de fe, porque de la confianza nace la fe. Indudablemente, la confianza viene de saber que hay una experiencia del Resucitado por sus más allegados, apóstoles y discípulos, que lo experimentan, lo palpan y tocan y lo ven con sus propios ojos. Y, los que queremos creer y pedimos la fe, nos fiamos, primero de la Palabra de Dios, y luego del testimonio de esas personas que nos han precedido, que nos transmiten su fe con su honestidad, su compromiso y testimonio de vida hasta la muerte. Muchos, por no decir casi todos, con una muerte martirial.

No cabe ninguna duda, como dice el padre Joan, que la fe es un don de Dios, porque solo con nuestro esfuerzo no podremos nunca adquirirla. Ese es el pecado de todos aquellos que quieren razonarla, demostrarla, y necesitan ver para creer. Pero, incluso, habiendo visto no creen. Eso ya ocurrió en tiempos del Señor, y ocurre ahora. Nunca entenderemos el Milagro de un Dios que existe "Siempre", y crea todo lo visible e invisible. Es un misterio inalcanzable para el hombre.

Por eso, como le sucedió a María Magdalena y a todos los demás, pidámosle al Espíritu Santo que nos ilumine, que nos de la fortaleza y sabiduría de aumentar nuestra fe por la Gracia de Dios, y podamos experimentar su presencia y su gracia. Amén.

Dios mío, Padre Bueno, enciende en mí la confianza
de saberme tu hijo, y de esperar, de un Padre como Tú,
las bondades y amores que experimentamos de los
padres de la tierra.

Señor, Padre mío, enciende en mí la llama de tu amor,
dame la luz de saber que me amas y que me perdonas
de todos mis pecados. 

Soy un esclavo de mis apegos y vicios. No puedo superarlos,
y necesito tu ayuda para poder vencerlo. Dame la fe y la
esperanza de confiar en tu fuerzas para salir victorioso de 
esa batalla.

Aumenta mi fe en Ti y fortalece mi voluntad para poder
hacer la Tuya. Amén.

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