domingo, 29 de abril de 2012

EL PELIGRO ES NUESTRA SOBERBIA

Jn 10, 11-18

Porque es el pecado, que nos apartó del Paraíso terrenal, nuestra constante soberbia. Por eso tenemos que llenarnos de humildad, para combatirla. Hoy en día no nos gusta se ovejas de nadie. Eso de pertenecer a un rebaño nos fastidia, y hasta cierto punto nos incómoda y nos hace sentirnos rebaño manipulado.

Es uno de los obstáculos más difícil, por no decir el más, de superar, la soberbia de no dejarnos mandar, o la humillación, así nos lo hace sentir nuestra soberbia, de ser obediente en todo, incluso en aquello con lo que no estamos de acuerdo o no entendemos. Por ejemplo, el hecho de tener que amar hasta a los enemigos.

Por eso, esa imagen de Jesús, el símbolo del Buen Pastor, no cae bien en todos los círculos cristianos. Y qué razón tiene Jesús cuando, sabedor de nuestra miseria, nos dice que no podemos llegar a El si no nos hacemos como niños. Porque un niño se siente seguro junto a su padre; porque un niño cree ciegamente en su padre; porque un niño necesita de los cuidados y protección de su padre; porque un niño...

Ser como niño es sentirnos necesitado del Buen Pastor, de Aquel que nos protege y nos lleva por el buen camino hacia la salvación. Se como niño nos hace descubrir la necesidad de un Padre, un Padre que da la vida por cada uno de sus hijos, y sale a buscarlo ante el peligro para salvarlo de caer en manos de lobos.

Ser como niños es saborear la autoridad de Jesús que nace de su Misericordia y Amor, que nos no impone sino que nos propone; que no nos castiga, sino que nos perdona y nos ofrece la redención y la salvación. Ser como niño es darnos cuenta que nuestros problemas, por duros y difíciles que sean, tienen solución cuando los compartimos en la presencia del Padre Bueno que nos pastorea.

Pidamos, junto a María, nuestra Madre, que seamos capaces de abajarnos como ella, humillarnos hasta descender a ser como niños, y dejarnos pastorear por el Buen Pastor, Aquel que da la vida por sus ovejas y nos conduce al redil de la salvación. Amén.

2 comentarios:

  1. Ser como niño es darnos cuenta que nuestros problemas, por duros y difíciles que sean, tienen solución cuando los compartimos en la presencia del Padre Bueno que nos pastorea.GRACIAS, un abrazo.

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  2. Los niños, a pesar de no escapar a la soberbia, son prontos a dejarla escapar y recibir la humildad.

    Pronto olvidan y borran lo acontecido. Confian y creen, no retienen el rencor, la venganza, el odio... porque no mantienen la soberbia.

    Ser como niños es agarrarnos al Padre para desengancharnos de la soberbia, porque ella es la chispa que enciende el pecado en nuestro corazón.

    Un fuerte abrazo en Xto. Jesús.

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