jueves, 16 de febrero de 2012

PERO, ¿QUÉ PIENSO YO?

(Marcos 8,27-33). Entonces Él les preguntó: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?".


Porque eso es lo verdaderamente importante, no lo que piensan otros, sino lo que pienso yo. Y esa respuesta es la que debemos buscar y responder. Pero responder desde mi verdad y mi compromiso. No me vale decir lo que otros dicen, sino lo que yo creo y vivo, porque si no lo creo, no lo viviré, y menos aun daré testimonio.

Decir y confesar: "TÚ eres el HIJO de DIOS Vivo", significa creer y tener fe en ÉL, pero sobre todo seguirle con mi vida y mi palabra. Verdaderamente eso asusta y da miedo, tanto decirlo como, por decirlo quedar comprometido a vivirlo. 

Da mucho miedo porque nos sabemos por debajo de esa verdad. Nos experimentamos pecadores, indignos, frágiles, de barro, prontos a fallar, a ser vencidos por nuestros muchos apegos (pereza, comodidad...). Sí, cuesta mucho confesarlo y, quizás por eso omitimos hacerlo, comentarlo y escondernos en una medianía discreta sin estirar mucho el brazo, pero tampoco encogerlo. Me viene en este momento las palabras contra los tibios.

Pero me alienta el reconocerlo. Es un paso, experimentarlo. Creo que ese fue el recorrido de Pedro, y de Pablo, y de todos... No eran santos, y si alcanzaron la santidad fue por la Gracia y Misericordia de DIOS. Ellos sólo pusieron su querer creer, su querer seguirle, y su voluntad de empeñarse en confiar. Lo demás depende siempre del ESPÍRITU SANTO. Para eso está y fue prometido. Si no, ¿para que nos fue prometido?

Por eso, termino mi reflexión afirmando a los cuatro viento que soy, como título mi otro blog, "Creyente católico", un seglar comprometido, a pesar de mis defectos, que son muchos; a pesar de mis debilidades, que son muchas; a pesar de mis errores y pecados, que también son muchos, pero que, por encima de todo eso, creo que nuestro PADRE DIOS nos ha creado, sabiendo como somos, porque nos quiere salvar, y que será solo ÉL quien nos salvará. A mí y a ti nos toca confiar y seguirle como niños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.