lunes, 5 de diciembre de 2011

LA MUERTE ES INEVITABLE

Lucas 5,17-26

Y cuando digo la muerte es inevitable quiero significar que, aquí abajo, todo es caduco y tiene su fin. Nada prevalece sino la Palabra de DIOS. JESÚS viene a salvarnos, no de esta muerte aparente y transitoria que sólo es un pasaporte para la auténtica, sino de la muerte eterna que mata nuestros pecados.

Por eso, aprovechando la oportunidad que le brindan aquellos buenos amigos del paralitico enfermo, les adelanta la noticia de salvación eterna que ÉL trae: «Hombre, tus pecados te quedan perdonados». 

Pero sabiendo la respuesta que los presentes guardaban en sus corazones, se descubre como el verdadero y único HIJO de DIOS con poder para perdonar los pecados de todos los hombres: «Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados -dijo al paralítico- ‘A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa’».

 JESÚS quiere nuestra salvación total, pues de nada nos sirve que nos cure hoy para morir mañana. Todos aquellos que JESÚS curó y resucitó tuvieron que morir algún día, pues bien, de nada sirvió esa curación o resurrección si no han sido perdonados sus pecados. Y ese perdón sólo es dado por DIOS. 

Por eso nos llama a convertirnos, a reconocer nuestros pecados, nuestras humanidad tocada y pecadora. Ahora es tiempo de conversión, de esperanza, de salvación. Son momentos de volver nuestros corazones al SEÑOR y llenarnos de humildad.

Te pedimos JESÚS que nazcas no en 
un portal, sino en mi pobre
corazón, y me des
el calor y la 
Gracia 
de vivir tu Vida. Amén.

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