lunes, 21 de noviembre de 2011

HASTA LA ÚLTIMA GOTA

Lucas 21: 1-4

No se trata de dar, sino de darse tanto en lo material como espiritual. Hace unos días nos pedían nuestros talentos, pues bien, ahora se nos pide también nuestros bienes, porque todo lo hemos recibido gratuitamente. Somos unos simples administradores en pro del bien común de todos. Así lo hemos recibido por mandato del SEÑOR.

¿Podríamos imaginarnos lo bien que estaría el mundo si todos obrásemos de esa forma? ¿Supongo que a nadie se le ocurriría pensar en crisis? Sin embargo, nuestro egoísmo impide que eso pueda suceder. Una vez más nos percatamos que el mal de este mundo está engendrado dentro del corazón del hombre. Nos apropiamos de lo que no es nuestro y lo ponemos en función de nosotros mismos sin tener en cuenta a los demás.

Por eso, JESÚS, nuestro SEÑOR, premió el gesto de la pobre viuda antes que la arrogancia de aquellos adinerados que sólo echaban de lo que les sobraba. Porque no estamos llamados a compartir lo que nos sobra, sino todo aquello que queda fuera de lo que verdaderamente necesitamos. Y, experimentamos, que cuando amamos muy poco necesitamos para vivir.

Enseñanos, SEÑOR, a experimentar que sólo hace
faltas TÚ para sostener nuestras vidas. Muy
poco necesitamos para encontrar
aquello que buscamos.

Pues, no está en las riquezas ni en el poder, sólo
se encuentra en el amor que TÚ nos das y
nos infunde, para que también
nosotros lo demos a
los demás. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.