miércoles, 31 de agosto de 2011

CUANDO AMAS TE ESTÁS NEGANDO (Lc 4, 38-44)


Cuando buscas o haces algo que te gusta, no se puede decir realmente que estás amando, quizás diríamos mejor que nos estamos amando. O lo que es lo mismo, estamos siendo egoístas. Sólo cuando ese deseo de amar nos duele, nos exige un esfuerzo y se nos hace pesado cargarlo en nuestras espaldas, podremos decir que estamos amando.

Amar es vencerse a sí mismo y darse al otro. Amar es querer amar, es decir, es querer, voluntad, contra mis propios deseos, de hacer el bien gratuito para el otro.Y eso mortifica, y muchas veces rehuimos el encuentro con el amor porque descubrimos que nos compromete y nos exige renuncias y negación.

Por eso, el encuentro con JESÚS en muchos momentos es duro, es desagradable, es fastidioso. Nos cuesta la Eucaristía, es un compromiso con el amor. Nos cuesta la oración, porque implica mirarme en el espejo de JESÚS. Nos cuesta descubrirme en la presencia de JESÚS, porque ello me lleva al compromiso. Y sólo recurrimos en tiempo de enfermedad, de sanación, pero nada más. Es lógico que JESÚS vaya a otros lugares donde también necesitan conocerlo y ser curados.

Sé, JESÚS, que mi vida es lucha y negación,
pero también sé que no tengo fuerzas
para enfrentarme a ella yo sólo.

Necesito tu compañía y tu fuerzas. Necesito
tu Gracia para poder salir victorioso.
Y sé que la tengo, sé que cuento
con ella, pero así y todo
no puedo ir yo sólo.

Necesito pedírtela todos los días, y oír
tu voz y sentir tu aliento para
sentirme fuerte con tu
presencia. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.