viernes, 6 de mayo de 2011

TODO DEPENDE DE ÉL, ¡CONFIEMOS! (Jn 6, 1-15)


La tarea es ingente y no sabemos como enfrentarnos a ella. No tenemos, ni tampoco sabemos donde podemos encontrar la solución a tanto disparate, a tanto caos, a tantas desviaciones. Nos dominan los apegos, las apetencias, los egoísmos... Estamos desorientados y no sabemos donde acudir.

¿Dónde podemos comprar el pan que nos alimente y nos dirija rectamente? ¿Hay algún lugar donde podamos encontrar eso que nuestro interior demanda? Sólo TÚ, SEÑOR, puedes darnos la solución y multiplicar nuestras fuerzas y nuestras esperanzas. Sólo TÚ, SEÑOR, tienes Palabra de Vida Eterna y puedes saciar nuestra hambre y desesperanza.

De nuestra parte, necesitas nuestra disponibilidad, nuestra libertad, don y regalo tuyo, para ponernos a tu disposición. Necesitas nuestros pocos panes y peces, para que puestos en tus Manos, TÚ los multiplique y hagas el milagro de despertar el hambre y la sed de TI en el corazón de muchos hambrientos, anorexicos espirituales, que han perdido la esperanza del pan salvador.

SEÑOR, tengo muy poca cosa, creo que
menos de cinco panes y dos peces,
pero es lo que tengo. 

Muy poco, o casi nada, puedo hacer con
eso. Pero en tus Manos se convierten
en saciedad y esperanza. Sólo TÚ
tienes Palabra de Vida eterna.

Toma, pues, todo lo que tengo y
transformalo según tu Voluntad.
Confío en TI, SEÑOR, y 
espero tu milagro. Amén.

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