domingo, 17 de abril de 2011

SU REINO NO ES DE ESTE MUNDO (Mt 26,14—27,66)

Domingo de Ramos

Con los criterios de este mundo nuestro no podemos entender a JESÚS. Porque lo de aquí abajo es más de, en el mejor de los casos, "ojo por ojo y diente por diente" que poner la mejilla para que te den otro golpe. Aquí no se regala nada y a  todo asiento en el debe le corresponde otro en el haber. Todo está equilibrado.

¿Cómo entonces entender a JESÚS qué habla de perdón, de amor? Aquí abajo sólo se puede amar a aquellos que te aman a ti, pero eso de amar a diestra y siniestra no se puede entender. Por lo tanto, JESÚS tiene un futuro oscuro y pocas posibilidades de que le puedan entender. Porque para entenderle se necesita una cosa: "Ponerse en el lugar del otro", tomar su puesto y verlos desde el otro. Es entonces cuando nuestros ojos se abren y empiezan a comprender.

Y eso es lo que JESÚS nos propone, y, ÉL, el primero, lo cumple y lo hace hasta entregarse a una muerte de Cruz por todos nosotros. Lo increíble lo hace creíble; lo imposible lo hace posible. Se puede vencer a ese hombre viejo que tenemos anclado dentro de nosotros mismos y desenterrar ese hombre Nuevo, al que todos aspiramos, porque ese hombre Nuevo está llamado a vivir en un mundo donde sí Reina JESÚS: "Un mundo de justicia, amor y paz".

Yo quiero,SEÑOR, seguirte y dejar ese
hombre viejo que vive en el "ojo
por ojo y diente por diente", 
para renacer al hombre
Nuevo que, por
encima de
todo, ama. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.