jueves, 31 de marzo de 2011

AQUÍ ABAJO TODO ES COMBATE (Lc 11, 14-23)

Jesús estaba expulsando a un demonio...

Si asumimos que ésta nuestra vida es una lucha constante hasta el día de nuestra liberación (muerte), la esperanza se hace presente y el camino es más llevadero. Tenemos la promesa de que con ÉL, nuestro SEÑOR JESÚS, venceremos y, no solo promesa sino el testimonio de que ÉL ha vencido a las fuerzas del mal que preside el Maligno.

Por eso, necesitamos estar injertados en CRISTO JESÚS para defendernos del Diablo, que existe y con el que libró, JESÚS, muchas batallas de las que siempre sale victorioso. Y con el que sigue librando batallas en defensa de cada uno de nosotros. Nuestra vida es una guerra contra el mal que quiere arrastrarnos a nosotros también. Todo lo que ocurre a nuestro alrededor: cierre de capillas, fuera crucifijos, precesión para insultar a JESÚS en Jueves santo...etc. son manifestaciones diabólica. El diablo ciertamente está ahí, vigilante para presentarnos batalla y llevarnos al mal.

Esa es la causa de la guerra contra la Iglesia católica. Es el bien y el diablo mueve a su ejercito para atacarla y vencerla. Ya, nuestro SEÑOR JESÚS, dijo que las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella. Con, en y por JESÚS no tenemos nada que temer. Podrán tocarnos, derrumbarnos, quitar incluso esta muerte terrenal, pero nunca nos remataran porque JESÚS está con nosotros y hemos vencido en la Resurrección.

No permitas, SEÑOR nuestro, que nos 
hagan daño, daño de quitarnos la 
Vida de la Gracia que TÚ nos
infunde y que nos salva
eternamente. Amén.

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