jueves, 9 de diciembre de 2010

ORACIÓN PARA LA LIBERACIÓN INTERIOR, LA SANACIÓN Y LA CONVERSIÓN

El ministerio de la oración: liberación y sanación interior

 SEÑOR JESÚS, HIJO de DIOS Vivo, ven a cubrirme con tu Preciosa Sangre; ven a cubrir estos lugares y todas las personas presentes aquí y en mi corazón.

Abbá, papá, mi PADRE Celeste.
Por el Nombre de JESÚS y por su Preciosa Sangre, Vencedor de todas las fuerzas del mal, por la intercesión de la Virgen María, victoriosa del Maligno, por mi bautismo que ha hecho de mí tu hijo muy amado, ¡ven ahora a sanarme y a liberarme de todo mal, de todo obstáculo al Amor!

PADRE mío, por la Preciosa Sangre de JESÚS, sáname en mi inteligencia de toda tiniebla, de todo prejuicio, del espíritu razonador, del espíritu de duda, de toda confusión mental.

PADRE buenísimo, sáname en mi memoria de todo recuerdo doloroso, de los traumas psicológicos procedentes de mi árbol genealógico, del seno de mi madre y de cada etapa de mi vida: nacimiento, infancia, adolescencia y edad adulta.

PADRE, sáname en mi imaginación de todo idealismo soñador, de la huida de la realidad, de toda fantasía enfermiza, de todo engaño, de toda alucinación y de todo delirio.

PADRE, por el Nombre de JESÚS sáname en mi corazón de toda herida, de toda autocompasión, de toda cerrazón y dureza, del rechazo de perdonar, del resentimiento, de los recelos malintencionados y de la maldición.

PADRE del Cielo, sáname en mi voluntad de todo espíritu de dominio, de la tentación, de la obsesión, de la opresión, de la posesión, del embrujamiento, de la hipnosis, de todo voluntarismo orgulloso, de toda actitud intolerante y sectaria, de toda debilidad, indecisión y desviación.

PADRE muy amado, sáname, por tu HIJO JESÚS de Nazaret, de todo desequilibrio en mi sensibilidad, mi afectividad, mi emotividad, mi sexualidad, de todo sentimiento de rechazo, de vergüenza, de vacío, de culpabilidad persistente, complejo de inferioridad, timidez, de toda ansiedad, inquietud, miedo, insomnio, tristeza, del asco de la vida, de las ideas suicidas, de toda esclavitud de la droga, el alcohol, el tabaco y de cualquier otra dependencia.

PADRE Creador, por la Sangre de CRISTO, sáname de toda desviación que me venga de herencia, de la educación recibida en mi tierna infancia, de las presiones ejercidas sobre mí en mi ambiente familiar, escolar, comunitario, social, eclesial, de todo acontecimiento pasado que haya vejado mi libertad interior y mi audacia por ti.

PADRE Todopoderoso, sáname de todo lo negativo, de todo lo doloroso que ha sufrido mi pequeño ser, relegándolo a mi inconsciente o mi subconsciente.

(Recitar tres veces esta oración)
PADRE nuestro, en el ESPÍRITU SANTO y por el poder y la autoridad de JESÚS de Nazaret, corto todos los lazos negativos existentes en mí y en mi familia. En este momento, cierro de forma definitiva todas las puertas que hayan podido abrirse en mí y en mi familia. Amarro todos los poderes de las tinieblas al árbol de la Cruz de CRISTO hasta el fin de los tiempos. En el nombre del PADRE, del HIJO y del ESPÍRITU SANTO. Amén.

(Y a continuación)

PADRE del Cielo, lávame, purifícame, límpiame. Como a un recién nacido, sumérgeme en un baño de amor, un baño de ternura y misericordia. Derrama sobre mí el agua de mi bautismo, el agua del ESPÍRITU SANTO, para que sea puro como la Virgen María. Haz fluir tu fuente de vida. Ahora PADRE, ya que has expulsado las tinieblas de mi cuerpo, de mí alma y de mi espíritu, ven a colmarme con sobreabundancia en todos mis vacíos.

Por el ESPÍRITU SANTO despierta en mí, SEÑOR, tus siete dones sagrados, reanima en mí el don de Sabiduría, Inteligencia, Consejo, Fortaleza, Ciencia, Piedad y Santo Temor de DIOS.

Lléname, SEÑOR, de todos los frutos del ESPÍRITU SANTO con sobreabundancia:

SEÑOR, has destruido el odio en mi corazón. Dame, SEÑOR, más amor, si mucho más amor, aún más amor, SEÑOR, más, más, más amor en mí y en mi familia.

SEÑOR, has destruido la tristeza en mi corazón. Dame, SEÑOR, más alegría, sí, más alegría, SEÑOR, más, más, más alegría en mí y en mi familia.

SEÑOR. has destruido las divisiones en mi corazón. Dame, SEÑOR, más paz, sí, mucha más paz, más , más, más paz en mí y en mi familia. Envía un espíritu de reconciliación en mi corazón y en mi familia.

SEÑOR, has destruido la cólera y el juicio en mi corazón. Dame, SEÑOR, más paciencia e indulgencia, sí, mucha más paciencia e indulgencia, más, más, más paciencia e indulgencia en mí y en mi familia.

SEÑOR, has destruido la duda y la violencia en mi corazón. Dame, SEÑOR, más humildad y bendición, sí, más humildad y bendición, más, más, más humildad y bendición en mí y en mi familia. Que sólo salgan de mi boca palabras condescendientes.

SEÑOR, has destruido las dependencias y los bloqueos en mi corazón. Dame, SEÑOR, más libertad en ti, sí, más, más, más libertad en ti, SEÑOR, en mí y en mi familia.

SEÑOR, has destruido la impureza y los falsos ídolos en mi corazón. Dame, SEÑOR más pureza y espíritu de adoración y alabanza, sí, más, más,  más pureza y espíritu de adoración y alabanza en mí y en mi familia. ¡Qué seas tú el primero en mi vida!

PADRE de Misericordia, concédeme despertar y dar los frutos de una conversión auténtica y encontrar mi verdadera libertad en hacer tu voluntad.

SEÑOR JESÚS, Cordero de DIOS, ejerce Tu señorío y Tu Realeza en todos los ámbitos de mi persona.

Cúbreme, JESÚS, con tu preciosa Sangre y protégeme de todo mal y  también protege a todos los que llevo en el corazón. 

Inúndame, SEÑOR, con tus ríos de Gloria a fin de que proclame sin cesar, día tras día, tu alabanza.

ESPÍRITU SANTO, revélame todos tus carismas, tus dones y tus regalos del Cielo para la Gloria de DIOS.

María, Madre de DIOS  y Madre mía, enséñame a decir siempre SÍ al Amor, de forma incondicional y total como tú.

Pido también la asistencia de todos los Ángeles y de todos los Santos del Cielo, día tras día, para siempre en mi vida.

Gloria al PADRE, al HIJO y al ESPÍRITU SANTO. Amém.

(De Thierry Fourchaud, inspirado en una oración de las Hermanas de CRISTO Rey. Extraído del libro "Seré sanado").

5 comentarios:

  1. Esta oración es hermosa, hoy empiezo a pronunciarla y a vivirla en el nombre de Nuestro Señor Jesús. Gracias por publicarla.

    Un abrazo Salvador.

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  2. Gracias, Salvador, por esta oración que no conocía y que copio para decirla con calma. Recoge muy bien todas las cosas que muchas veces no sabemos decir pero que tenemos en el corazón. Un abrazo!

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  3. No nos damos cuenta, es como si se nos hubiese olvidado. Hay un enemigo muy fuerte que quiere nuestra perdición y, si no nos unimos a María en su HIJO JESÚS estaremos perdidos.

    La necesidad de la oración es fundamental porque sin ÉL nada podemos hacer.

    Por eso, toda clase de técnicas de relajación y control, que no son malas y nos pueden ayudar, sí son insuficientes y débiles porque Satanás tiene poder para vencerlas y distraernos en cualquier momento que lo crea conveniente.

    Por mucha técnica y práctica nadie se libera de eso. Sólo en JESÚS, guiados por el ESPÍRITU, y de la Mano de María (Santo Rosario) saldremos adelante.

    En estos próximos días publicaré otras oraciones que complementan a esta.

    Un saludo, rara calma y elige, en XTO. JESÚS, y feliz Adviento.

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  4. genial ,hermosa oración. Jesus Maria y los angeles custodios.

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  5. Hermosa pero hermosa oracion , siento que ahora estoy muy libre, gracias por todo y a la Oración a la Virgen de los Remedios me han servido muchisimo para mejorar mi vida, me gusta mucho como este blog habla de la biblia son temas muy intersantes

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