domingo, 1 de noviembre de 2009

HOY ES EL DÍA DE TODOS LOS SANTOS.


Posiblemente les pase a ustedes lo mismo que a mí. Al celebrar el día de todos los "Santos" pensamos inmediatamente en los que ya están gozando en el Cielo en la presencia del PADRE y que alcanzaron, por sus virtudes, renombre y fama universal dentro de la Iglesia. Por eso han sido elevados en los altares y puestos como ejemplos y referencias que nos animen y nos sirvan de luz para seguir.

Estos, ya tienen su día señalado y, por lo tanto, su fiesta oficial. He oído, hace unos momentos eso en la Eucaristía que acabo de participar, y si su día ya está en el calendario, el día de hoy tiene que tener otro significado, que aunque estén ellos contenidos, también habrán otros que pasan de forma más disimulada y no tienen ninguna celebridad que los identifique personalmente. A estos otros es a los que va de manera muy especial dedicado este día.

La Tradición, nuestra cultura, ha ido traspasando estas fiestas de tiempo en tiempo, y como todo, sufren modificaciones, interpretaciones y costumbres que se van adaptando, en los momentos circunstanciales que se viven, en diferentes formas de manifestarse e interpretarse. Sin embargo, recogiendo todo el acerbo cultural que traen consigo, creo que lo importante, la sustancia, aunque cada uno lo viva en su lugar de origen de forma diferente, está en celebrar la vida y el triunfo en JESÚS de la Resurrección, fundamento de nuestra fe.

Estamos llamados a ser Santos y a vivir plenamente un vida eterna gozosa y feliz junto al PADRE Bueno que nos quiere desde siempre y nos ha creado. Y tomar conciencia que, ya muchos la disfrutan junto al PADRE y a JESÚS, y otros nos purificamos, unos ya en camino purgante y otros en la lucha contra corriente que nos queda en este mundo, es lo que creo conforma la idea central que todo creyente debe tener muy dentro y celebrar.

Hoy, día de todos los Santos, es el día de todos aquellos que se esfuerzan diariamente en seguir a JESÚS e imitarle. Hoy, día de todos los Santos, es el día de aquellos que tratan de vivir con un corazón que sienta los mismos sentimientos que el corazón de JESÚS. Hoy, día de todos los Santos, es el día de los que buscan hacer el bien, defender la vida, establecer justicia, conseguir paz, y sobre todo, conjugar por activa y pasiva el verbo Amar en su acepción más cercana a ágape.

Y, realmente, como dice la primera lectura, (Ap 1, 2-4, 9-13): "después, vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas..." Los Santos antónimos, pero si conocidos por el PADRE DIOS, son tantos que su número no se puede contar. Hay mucha gente que, a pesar de caídas, tropiezos, fatigas, errores, apegos, faltas, omisiones, y un largo etc de limitaciones humanas, perseveran día a día en la búsqueda del bien desde la Luz en el ESPÍRITU SANTO y en las enseñanzas de JESÚS, y, por lo tanto, son aspirante a Santos y en deambular por la vida son Santos.

Ser Santo es ser considerado hijo de DIOS, y, es el PADRE mismo quién nos llama hijos suyo, y si el PADRE nos lo dice es que verdaderamente lo somos, primera carta del Apóstol San Juan, 3. 1-3. Por lo tanto, alcanzar la Santidad no es cosa imposible, ni tampoco posible por nosotros mismos, sino que en JESÚS y en el ESPÍRITU podemos lograr dejar entrar la Gracia por la que nos transformamos en verdadero hijos suyo y, en consecuencia, Santos destinados a vivir la esperanza de, cuando se manifieste, seremos semejantes a ÉL, porque le veremos tal cual es.

La aparente utopía se desvanece cuando experimentamos que vivimos al lado de muchos Santos y que nos rodean con sus brazos, nos animan y nos fortalecen con sus animadas reflexiones, consejos, compañía, aliento, esperanzas, vivencias, defensas, oraciones, amistad, alegría, disponibilidad, sinceridad... y amor. No hace falta decir nombres y apellidos, pero ya más de uno lo ha dejado escapar de sus agradecidos labios al proclamar: ¡Eres todo un Santo...! Y es que hay muchos que andan por el camino de llegar a ser Santos.

Es, pues, un día grande y festivo que celebra la victoria de la Vida eterna y gozosa alcanzada para siempre, ya por unos, en la presencia del PADRE que nos ama y nos cobija, y la lucha diaria de otros que permanecen en el Camino y albergan la esperanza de reunirse un día con todos en la Casa del PADRE.

También nos suele ocurrir, quiero aprovechar esta reflexión para compartirlo, que confundimos el día de todos los Santos con el de los difuntos. Hoy celebramos la victoria de muchos santos anónimos que ya están en la presencia del PADRE. Santos que conocimos y que compartieron con nosotros muchas cosas... Y mañana celebraremos el día de los difuntos, que tiene otro significado, cual es el de rezar y acordarnos de forma especial, porque lo hacemos diariamente, por los que están en el camino purificándose (Purgatorio) hasta entrar en la Casa del PADRE a gozas de su presencia.

Mañana es el día de la Esperanza y Misericordia en el Amor de DIOS de los que, habiendo partido ya para la Casa del PADRE, peregrinan en el Purgatorio la purificación de su alma hasta tener el traje de fiesta apropiado para presentarse ante el PADRE. Ambos son días de esperanza y de alegría, aunque tengan la diferencia y el matiz del dolor y la separación que los seres queridos dejan en nuestra interior.

1 comentario:

  1. Me parece una buena noticia,hermano Salvador,que gracias a nuestro Señor Jesucristo tengamos el privilegio de llegar a ser Santos.Estamos en ese camino espero que sepamos renunciar a esta ilusión llamada mundo para poder gozar de ese privilegio en el cielo con Dios y todos sus Santos.
    Un abrazo en cristo, Fernando.

    ResponderEliminar

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.